Decimos con frecuencia que son los hijos quienes nos dan la sensación de estar haciéndonos un poco más viejos. No les falta razón. Hasta que cumplen los 18 años no hacen sino cambiar de una forma vertiginosa (y no siempre para bien). Pero hay muchas cosas que nos rodean que aparentemente no cambian y sin embargo lo hacen. Por ejemplo, el castaño de la plaza se ha comido la señal de la provincia de Granada que colocaron sobre él en tan sólo cinco años y sin darnos cuenta. Se ha convertido en una atracción turística el fotografiar el dichoso castaño, pero a este paso nos quedamos sin atracción turística para el 2012.
Desde este foro sin feligreses alzo mi voz a los cuatro gigas para que alguien tome la decisión de volver a colocar una nueva señal no muy lejos de la antigua, para dar de comer a tan insaciable árbol. ¡ QUE SE NOS ACABA EL CHOYO!
PD:SALUDOS A TODOS LOS ORCERINOS INTERNAUTAS (QUE SON O SE SIENTEN DE ORCE)
No hay comentarios:
Publicar un comentario